martes, 26 de diciembre de 2023

Propósitos para el año 2.024

Me he venido un poquito arriba con la entrada de felicitación que puse esta mañana. Esto es algo que llevo rumiando en mi mente durante todo el día y, ya que no tengo a quién contárselo y me gustaría tenerlo cerca para poder leerlo cuando caiga, y sé que caeré, pues lo escribiré por aquí.

Mis propósitos para el próximo año no son empezar el gimnasio (un poco tarde ya para eso, más bien debería tener que plantearme dejarlo), o, no sé, como otros años, encontrar trabajo ya que, gracias a Dios, y por segundo año consecutivo, tengo trabajo y estoy muy feliz con él. Así que, mi propósito para este año es... relajarme un poco, y tratar de ser un poco más feliz.

La llegada de los vecinos de abajo, gente que odio con todo mi corazón, ha hecho que mi vida se arruine de una forma escandalosa. Estoy cansado de los ruidos, sobre todo nocturnos, de esta gentuza. He llegado a un punto en el que no hago sino escuchar sus ruidos, estar atento a qué hacen, vigilar si sus ratas van al colegio, o sufrir esos momentos en los que nos martirizan con el maldito taladro o el maldito martillo. Y no soy capaz de aislarme de esa situación, no soy capaz de hacer un ejercicio de fuerza mental y tratar de no hacer caso y vivir mi vida, aislarme mentalmente de todo... no soy capaz porque, entre otras cosas, me reconcome la injusticia de tener que soportar que hagan lo que quieran y estén escupiendo a mi vida a diario.

He perdido hasta la fe.

He perdido las ganas de vivir.

No consigo estar de buen humor. Sólo estoy tranquilo cuando no estoy aquí, cuando no estoy en mi casa. Ya no soy capaz de disfrutar de pintar mis miniaturas. Ya no soy capaz de disfrutar de mi música.  Ya no soy capaz de disfrutar de leer mis libros y mis cómics. Ya no soy capaz de disfrutar nada en absoluto de lo que siempre me ha gustado. Estar en mi casa es una tortura y no quiero estar aquí.

Siempre estoy enfadado. Siempre estoy abrumado con todo. Siempre estoy esperando cualquier cosa para saltar y enfadarme. Han cambiado mi vida y todo para mal.

En el trabajo, tengo problemas con una chica de otro departamento. Una chica que era con la mejor que me llevaba, pero se ha dedicado a criticarme e insultarme por detrás por una norma que ha impuesto mi jefa y que le repercute directamente. No ha hablado conmigo, no ha hablado con nadie, sólo me han cogido de cabeza de turco y ella se ha preocupado en ponerme por los suelos. Y también se ha manchado así, un poco, la tranquilidad que tenía en mi trabajo.

En cuanto a mi vida personal... no existe. No hay ninguna mujer que pueda entrar en ella, no sé cómo conocer chicas, sé que no le gustaré a nadie y... he perdido la esperanza. Si bien, sí es cierto que salgo más con mis amigos, disfruto algo más los fines de semana que salgo un poco, pero aún así, me siento muy vacío, muy... amargado.

Amargado.

Esa es la palabra. Soy un amargado. Un frustrado por la maldita vida, a la que siempre le echo la culpa de todo lo que me pasa y resulta desalentador que, gran parte de mi frustración hoy en día es por culpa de los malditos vecinos. La mayor parte de mis problemas son los malditos vecinos.

Eso es, aproximadamente, un resumen de lo que está siendo mi vida. Siempre pienso que, si no fuera por esta gentuza, por esta escoria, estaría tranquilo... pero como dije, no soy capaz, siquiera, de disfrutar de mis hobys, de mi vida, de mis cosas. Es horrible.

Así que he decidido hacerme un propósito para este nuevo 2.024. Todo ha venido por una frase que he leído:

" Si no ves solución para resolver los problemas, cambia la forma de ver para que no te afecten"

Tengo que buscar la forma de que no me afecte tanto. Tengo que buscar la forma de no estar siempre enfadado. Tengo que volver a disfrutar de mis proyectos de pintura. Volver a leer como leía antes.

Disfrutar... quiero disfrutar de estar vivo. Quiero que mi vida sea disfrutable y arrebatarles el poder que me han robado la basura que vive debajo de mi casa. Quiero ser feliz. Quiero aprender a ser lo suficientemente fuerte como para que no me pueda afectar lo que hagan. Quiero recuperar mi vida, quiero recuperar todo lo que me han robado. Quiero recuperar mi sonrisa, mis ganas de vivir, de disfrutar de mi casa y dejar de odiar estar aquí como ahora hago.

Sé que son muchas cosas, me conozco y sé que, esta noche, cuando los ruidos sean infernales y vea pasar las horas en el reloj, teniendo que levantarme tan temprano, me pondré otra vez ansioso, con dolor de pecho y con ganas de matarlos pero, aún así, necesito conseguir la fuerza mental para aislarme de la gentuza y sus ruidos.

Es mi propósito para el próximo año: recuperar mi vida o, más bien, construir una nueva y mejor y darme cuenta de una vez que yo valgo la pena, que soy un tío que merece la pena, y que merezco vivir feliz.

Feliz 2.024



Felices Fiestas

Bueno, si bien, como siempre digo, sé que nadie lee este blog, incluso yo mismo ya no lo hago, se me hace extraño no hacer el balance de todos los años llegadas estas fechas, o al menos, felicitar las navidades, cosa que este año, voy a hacer más tarde de lo normal... creo.

Feliz navidad.

Hace mucho que no escribo, quizás porque ha sido un año idéntico al anterior. 

En el trabajo bastante bien, sin contar que mi relación con uno de los departamentos, y sobre todo, con una compañera con la que me llevaba genial y que me ha culpado a mí de un montón de nuevas normas que ha establecido mi responsable. Ha sido lo peor del año en cuanto al ámbito laboral, por lo demás, todo bien. Es, seguramente, en el ámbito que mejor me va.

En mi casa... bueno, no quiero pararme ni un segundo en hablar del infierno que estoy sufriendo con el maldito vecino. Todo sigue empeorando y no tiene pinta de que vaya a mejorar ni un ápice. Para el próximo 2.024 me había propuesto cambiar mi equipo de música pero, creo que, este próximo año, voy a intentar cambiar de casa. Sí, lo sé, es una tarea muy muy compleja, pero me lo he propuesto y quiero salir de aquí. Estoy harto de tener que vivir en una casa en la que no se puede vivir. Veremos si es posible.

Mi situación sentimental... nada, no hay absolutamente nada de eso, así que, a otra cosa.


Bueno, sólo ha sido un pequeño resumen de un año que parece una copia del anterior, pero, al menos, por tener algo escrito.


Un saludo



domingo, 6 de agosto de 2023

Todo fue siempre tan mal... ¿o no?

Llevo días pensando en lo mucho que me autocastigo.

El autodesprecio es algo que siempre ha estado presente en mí mismo. A diario me menosprecio y me vomito cantidades ingentes de improperios y resentimientos a la cara. 

Constantemente.

Hoy, comenzando la lectura de un nuevo libro llamado "La verdad sobre el caso Harry Quebert", me ha llamado la atención el comienzo. Habla de un escritor que, tras su primera novela de flagrante éxito, se ha quedado sin ideas. Y me he acordado de mí mismo.

En septiembre de 2019, publiqué mi libro. El caso es que, después de escribirlo, me quedé sin ideas. He soñado varias veces con una segunda parte de la que tendría hasta el título pero, aún así, estoy seco, como el protagonista de la historia. 

En un momento de las primeras cien páginas, el protagonista, Marcus, empieza a ser una especie de recuento de sus triunfos y logros en la vida y, en cierta manera, me ha hecho pensar en los míos.

Cuando miro hacia atrás, cosa que no me gusta hacer, nunca, jamás... siempre veo todo lo malo que pasé desde que era un niño pero, quizás, debería pararme a mirar las cosas que conseguí.

Mi paso por el colegio, aun el bullyng sufrido, fue, académicamente hablando, un logro. Si bien, he de reconocer que el resto fue un desastre... pero hablemos de logros. Conseguí mi Graduado Escolar y, mi profesora, se molestó en llamar a mi madre para decirle que yo debía estudiar para una carrera, porque era un gran estudiante. Mi madre, la pobre mujer, le dijo que era imposible, que necesitaba que sacara lo que fuera cuanto antes para ponerme a trabajar desde el momento en que eso fuera viable. Cosas de la pobreza.

Mi plan era sacar el auxiliar administrativo y ponerme a trabajar lo antes posible. Paradigmas de la vida, en segundo de FP llegó la operación. Una uña de un dedo me tuvo 3 meses fuera de juego. Estuve tres meses para recuperarme de aquella maldita operación en la que me quitaron el dedo hasta el hueso y, bueno, cuando regresé, ya los profesores me preguntaban que para qué había vuelto, que si sólo quería convalidar alguna pero yo, con un valor que perdí con los años, contestaba que no, que iba a sacar el curso.

Tenía 16 asignaturas. Después de la tercera evaluación, en la que me quedaron cuatro asignatura, en junio me presenté a la segunda evaluación de 16 asignaturas y la que, por motivos de perder el hilo, también había caído en el camino. De 16 asignaturas aprobé 13. Fue muy duro, pero yo en aquella época era extraordinariamente disciplinado y, lo que me proponía, lo hacía... ¿dónde quedaría aquella versión de mí mismo?... aprobé dos en septiembre pero no por no intentarlo, estudié todo el verano pero, no tenía máquina de escribir (mecanografía era una) y me faltaban apuntes de la otra asignatura (prácticas administrativas) y, cuando ya estaba mentalizado y resignado a repetir con dos asignaturas, mi tutora me dijo que, habían llevado mi caso a la junta escolar y me permitían pasar de curso porque mi esfuerzo había sido increíble  y merecía la recompensa que yo buscaba, con la condición de hacer el tercer año para consolidar los conocimientos que debía tener de segundo. Y así fue. Luego, algunos compañeros que repitieron, me decían que la profesora me ponía como ejemplo en casi todas las clases. Un chico humilde que había estado 3 meses en cama, por un maldito dedo que no quería curar y que había hecho un titánico esfuerzo para sacar el curso... y no se equivocaron. Saqué tercero con mejores notas. Seguí adelante a pesar de todo, con ayuda de mis tíos, y Cuarto fue una demostración de capacidad y poderío sacando sobresaliente en todas las asignaturas en la tercera evaluación, por una apuesta con mi ex-cuñado que nunca pagó... pero yo era aquel chaval que hizo todo aquello, que lo sacó adelante y, con dieciocho años, fui el más joven de España en el trabajo que había conseguido... 

Conseguí solucionar un problema de hipotecas que dejó mi padre en mi casa a lo que se había añadido un problema de impagos de mi hermano y, de algo totalmente perdido, no dejé de pelear hasta dejar limpia la propiedad y así, mi madre, dormir en paz sin temor a que, cada día, viniesen a tratar de embargarnos la casa por deudas que no habíamos contraído nosotros, sino un hermano que se marchó y nos dejó con el problema y un padre que dejó una hipoteca antes de irse para que la abordáramos nosotros.

Recuerdo ir a estudiar sin comer, mil veces, con ropa rota... pero salí de aquello y mil cosas que me propuse las obtuve.

Recuerdo folios enteros que me escribía yo mismo para autoanimarme (no, no tenía a nadie que lo hiciera).

Recuerdo mi primer equipo de música, que tanto me costó y que era un sueño (soy un melómano y audiófilo empedernido) y que aún sigue conmigo... y que ya necesita algo de jubilación, todo sea dicho de paso.

Recuerdo mi primer coche... aunque más el segundo que, con el tiempo, tuve que mal vender... 

No sé en qué lugar del camino se quedó ese yo, pero lo echo mucho de menos. Echo de menos su valentía, su arrojo, su incondicional fuerza para afrontar los problemas... ya no queda nada de él, y no soy capaz de sentirme orgulloso de todo lo que he conseguido, de no caer en drogas, en bebidas como mis hermanos hicieron, dejándose vencer por las circunstancias... pero no soy capaz de sentir ningún orgullo de mí mismo... 

Eso sí, tanto aquel yo como éste, siempre, tuvo mala suerte con las mujeres.

Nunca fui agraciado y mi extraordinaria timidez tampoco ayudó. En el camino, me convertí en un bicho raro, que escucha música extraña, que juega a juegos de rol, videojuegos, que lee libros raros y cómics, que le gustan películas como Blade Runner, Alien o Días Extaños, pero que disfruta y llora con La Casa del Lago (lo sé, soy patético). Las comedias románticas me apasionan porque son esa mentira con la que he soñado siempre... 

En fin, sólo quería hacer un pequeño inciso y valorar algo que sí he sido, o mejor dicho, algo que fui y es que, nunca, me dejé vencer de forma tan sencilla por la vida como lo hago ahora. Y no, no penséis que puedo volver a ser ese porque, ese, ya no volverá jamás.

Descansa en paz, amigo mío, y gracias por todo lo que hiciste por mí, siento habernos transformado en esta pusilánime excreción humana. Lo siento, espero que sepas perdonarme.

Por cierto, si os preguntáis qué escucho mientras escribo esto, si alguien llegase a leer, estoy con un tema llamado Staircase de Radiohead.




jueves, 1 de junio de 2023

Soledad

Hoy es jueves. El lunes pasado me hice una pequeña intervención en la espalda, nada grave, sólo la extracción de un bulto. Llevo desde el lunes de vacaciones porque, estando de baja, me descuentan mucho dinero.

No ha venido nadie a verme.

Es cierto que he recibido muchos whatsapps, sí... de "amigos", compañeros de trabajo, mi hermana... y me he sentido, como siempre, muy solo.

Sé que soy una persona solitaria, no de forma autoimpuesta, sino más bien impuesta... por la vida... por todo en general, pero, al verme solo en la clínica, al salir solo... ir solo mientras buscaba un taxi, viendo parejas caminar de la mano, mientras yo, dolorido, los observaba con una envidia que se extendía por mi ser. No era una envidia mala, aunque soy de los que pienso que no existe envidia buena pero, ya creo que entendéis, eso de "vaya, ojalá yo tuviera algo así... ", obviamente sin saber los problemas que habrán detrás, o no. 

Me he sentido muy solo.

Nadie ha querido venir a verme. Nadie ha dicho "oye, ¿puedo pasar a verte?". Nadie ha tenido ningún interés en hacerlo y me ha dolido mucho. 

Me duele mucho.

Me siento solo. Otra vez.

No ha cambiado nada, estoy cansado de que nadie cambie y sí, puedo entender que, sólo en mi mano, está esa capacidad de cambio pero os aseguro que no sé qué hago mal o bien para poder cambiar esa situación. No sé hasta qué punto está realmente en mi mano. ¿Qué hago? ¿Imploro que vengan a verme?... no sería justo, para ninguna de las partes.

Me hubiese gustado tener a una pareja esperando por mí.

Me hubiese gustado ver una sonrisa cuando saliese y que me preguntase si me dolía, si estaba bien. Que me tratara con cariño... que me mimara... 

Me siento muy solo y duele, duele muchísimo.

No sé pedir determinadas cosas pero sé que, mis ojos, lo piden. Sé que mis ojos piden ayuda constantemente, piden auxilio... porque veo mi mirada y no me reconozco.

Ahora, con la tensión de los ruidos de mis vecinos, esos que han... gangrenado mi vida hasta el punto de no querer estar aquí, siento esta soledad que me ha atrapado como una telaraña que va creciendo en mi interior.

Me siento extraordinariamente solo... y duele... duele muchísimo.






lunes, 22 de mayo de 2023

Año 2023... cuaderno de viaje... todo sigue igual...

Bueno, hacía mucho tiempo que no escribía nada en el blog, sinceramente porque no hay nada nuevo que contar.

El tema de los vecinos sólo ha empeorado y nos está haciendo la vida imposible a mi madre y a mí, así que, no quiero centrarme mucho en eso, sólo que no llegas a imaginarte las cosas que puedes desear a alguien cuando no te deja dormir ni estar en paz. Así que, no vale la pena contar más acerca de todo esto.


Hoy estoy en casa. Vuelvo a estar enfermo. Sinceramente no sé qué me pasa pero no logro recuperarme. De cinco meses que lleva el año, yo ya voy por cuatro enfermo. Mucha fiebre, muchos mocos... 


En mi vida todo va igual. He tenido un ligero acercamiento con una compañera de trabajo, una chica encantadora (a la par que guapísima), y además, he comprobado que es simpatiquísima... tranquilos, le llevo dieciséis años, así que no es para montarse películas, sólo es una compañera con la que estoy alcanzando algo más de amistad, y tiene un nombre muy bonito, que obviamente no voy a poner aquí. Ha sido, quizás, lo único a destacar de lo que llevamos de año.


Por lo demás, todo sigue igual, como diría la canción. No siento nada que no haya sentido ya, en cuanto a la desidia, en cuanto a la forma de ver las cosas, en cuanto a la vida en general... todo sigue siendo como el día de la marmota, de aquella película llamada Atrapado en el tiempo, o algo así. Hace tiempo que estoy atragantado con mi vida y creo que será lo que me espere el resto de días.


Desidia.. 

domingo, 1 de enero de 2023

Propósitos de año nuevo... y esas cosas

 Feliz 2.023. 

A todos esos que no leen este blog, pero como últimamente he puesto alguna vez, esto ya se ha convertido más en un diario, puesto que sólo lo leo yo.

Ya que yo no puedo hacerme ese tipo de propósitos como dejar de fumar, porque no fumo; empezar a ir al gimnasio, ya que hace treinta y un años que voy y, más bien, yo tengo que empezar a pensar en dejar de ir o bajar el ritmo; dejar el alcohol, tampoco bebo... pues sí que me he hecho algunos propósitos. Más bien uno pero, que para mí, será una inmensidad. Y es ser más activo. Me explico.

Yo no voy a proponerme encontrar el amor, o algo por el estilo. Eso, el tiempo, la vida, me ha enseñado que no se busca, se encuentra, te lo topas en cualquier sitio... o no, pero yo no me voy a hacer ese propósito, me resulta absurdo y que me perdonen los que piensan lo contrario, pero lo dicho. Tampoco, este año, tengo que proponerme encontrar un trabajo, ¡porque por fin lo he conseguido!. Sí, soy fijo en la empresa desde el día uno de enero de dos mil veintitrés.

Me encantaría... encontrar otro sitio ya que, el tema de mis vecinos es un auténtico problema. Muy serio. Me afecta a mi vida de una manera brutal y, no sólo a la mía, sino a la de mi madre también. Ya, los ruidos, se han convertido en martillazos desde las 18.30 a 21.15 aproximadamente, o toda la mañana y, si bien mi madre es casi sorda, los martillazos los escucha perfectamente bien y bueno, está también desquiciada.

Yo por las noches me acuesto con ataques de ansiedad y, frecuentemente, dolor en el pecho... se ha convertido en un problema muy serio al que sólo veo una solución... pero me llevaría a la cárcel, así que, tal solución no es muy viable... pero no quiero hablar de esos malditos desgraciados ahora, sólo espero que, si existe un Dios, escuche mis súplicas y se los lleve a un sitio en el que no molesten a nadie o que, por el contrario, les molesten a ellos, estaría genial... en fin, sé que no ocurrirá.

Mis propósitos son de actividad, de movimiento. Quiero ser más activo, hacer más cosas, no estar siempre encerrado en casa mirando el pc, o viendo cómo transcurre el tiempo que se me escapa de los dedos como granos de arena. Quiero hacer más cosas. 

Quedar más con mis amigos.

Retomar el pintar más figuras.

Leer de nuevo como antes hacía.

Escuchar más música, no sólo oírla por compromiso conmigo mismo... 

Quiero hacer cosas. Salir, conocer sitios, gente, no lo sé... quiero hacer mi vida un poco más interesante y con más movimiento

Sé que, proponerse ser feliz, es algo imposible para mí. Por mis vecinos... por mí mismo, por la sociedad que me odia y me aborrece, por la vida que me escupe en mi cara a diario... por un Hacedor que sólo siente asco hacia mí... pero puedo hacer lo posible por salir más, por moverme, por vivir.

Ayer sábado día 31 de diciembre, salí con mi madre a dar una vuelta, toda la mañana de compras de reyes, desayunar, caminar... charlar, y la verdad, me sentó muy bien, al igual que ella. Es un gran comienzo, plantearme salir más con ella, también merece vivir un poco más y tener un cambio.

En fin, dejo mis propósitos por aquí, mientras escucho a mis malditos y aborrecibles vecinos llegar a su casa, haciendo ruidos por doquier... esto es una maldita maldición insoportable.

En fin, espero poder llevar a cabo lo que me he propuesto.




miércoles, 21 de diciembre de 2022

Feliz Navidad

Bueno, y llegó la navidad, o va a llegar, según se vea.

Sé que mis últimas entradas no han sido nada halagüeñas pero, mis vecinos me están haciendo la vida imposible, anoche por ejemplo fue... pero bueno. Y también el miedo a no seguir en mi trabajo, ya que se me acaba el contrato, salió la plaza y se presentaron muchos trabajadores temporales, así que... no he estado nada bien. 

El día que escribí mi anterior entrada, que fue un domingo, estaba destrozado y mi madre también, sobre todo por lo del trabajo y, a eso, se le añade que los malditos vecinos no paraban de hacer ruido... como ahora, porque ya no hay horas para dejar de hacer ruido... en fin, pero hoy quiero cambiar, a pesar de todo, un poco el ambiente del blog y ponerlo un poco más navideño.

Y qué mejor forma que celebrando que he conseguido la plaza. ¡Sí! la plaza es mía, soy fijo en una empresa que, si habéis seguido mi blog (no lo lee ni Dios, pero vale, me hacía ilusión escribirlo), no quise que me llamaran y ahora estoy tan a gusto que no quería irme, con todo lo que conllevaba y, bueno, la plaza es mía.

Soy un trabajador con contrato fijo, ya puedo relajarme un poquito de cara a las facturas y a vivir.

El tema de mis vecinos es lo que me está quemando muchísimo ahora... pero bueno, quién sabe, quizás haya otro golpe de suerte en algún momento y pueda irme yo de aquí o, mejor, que se vayan y no vuelvan jamás, cosa que dudo.

No quiero ennegrecer el post, así que, felicidades a mí mismo por mi puesto, y felicidades a todos por la navidad, espero que os esté yendo de lo mejor posible.

Un abrazo a todos y hasta la próxima entrada, que espero que sea igual de positiva.